Sunday, July 10, 2011

Virginia Woolf - Orlando

Las mujeres no son (a juzgar por mí misma) naturalmente sumisas, castas, perfumadas y exquisitamente ataviadas. Sólo una disciplina aburridísima les otorga estas gracias, sin las cuales no pueden conocer ninguno de los goces de la vida.

Traducción de J. L. Borges

1 comment:

Anonymous said...

"yo tenía una granja en Africa, al pie de las colinas de Ngong