Las mujeres no son (a juzgar por mí misma) naturalmente sumisas, castas, perfumadas y exquisitamente ataviadas. Sólo una disciplina aburridísima les otorga estas gracias, sin las cuales no pueden conocer ninguno de los goces de la vida.
Traducción de J. L. Borges
Sunday, July 10, 2011
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1 comment:
"yo tenía una granja en Africa, al pie de las colinas de Ngong
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